A continuación, compartimos algunas sugerencias para no caer en este tipo situaciones.
- En el caso de realizar pagos con QR y operaciones financieras, verifiquemos siempre que la transacción se haya realizado con éxito.
- Revisemos que la URL del código QR sea correcta, que el archivo descargado, los datos obtenidos o la acción realizada sea la esperada.
- En caso de tener códigos QR al alcance del público, comprobemos regularmente que no hayan sido adulterados.
- No compartamos códigos QR con información sensible, tales como los que se utilizan para acceder a aplicaciones o los que se incluyen en documentos y certificados de salud.
- Mantengamos nuestros dispositivos protegidos, contemos con herramientas de seguridad y actualicemos las aplicaciones.
- Deshabilitemos la opción de realizar acciones automáticas al leer un código QR, como acceder a un sitio web, descargar un archivo o conectarse a una red Wi-Fi.